El título de este post tiene tintas de ser el título de un libro de Noah Gordon o Dan Brown, y no la clave y la piedra angular de Romero como empresa, e Israel Romero como persona.
Hasta no hace más de 4 años, yo era una persona con unas características muy definidas en el apartado profesional: ganador, siempre por delante de mis clientes y condescendiente para mantenerlos en mi portfolio anual. Y actuaba en mayor medida, como proveedor de servicios, es decir, lo que me pedían mis clientes, sin pensar éstos, que mi criterio y lo que pasaba ya a su alrededor, probablemente no era lo que ellos me pedían. Era frustrante ver que tus propuestas creativas y con una argumentación sólida en experiencias con personas no nacionales, eran escuchadas, pero no llevadas a cabo.
Lo dicho, frustrante. Pero no podía ir en contra de lo que estaba experimentando en primera persona. Mi vida y mi entorno estaba cambiando muy rápido, y los servicios para el nuevo residente, el extranjero consolidado y establecido aquí, no estaban evolucionando a la misma velocidad de crucero. Este click definitivo lo recibí en 2016, ya después de estar trabajando con extranjeros desde 2010 de forma regular. Y es que notaba que este colectivo necesitaba un liderazgo nacional para iluminar a las empresas de aquí para evolucionar y percibir estas personas como residentes con todos los honores.
Para ello, nuestra cruzada se basó en crear planes de integración bidireccionales, es decir que tanto era para las personas (B2C) como para las empresas nacionales (B2B), y de esta manera acelerar los procesos de entendimiento. En esta primera fase, y por cierto la más dura, no podíamos hacerlo de una manera tradicionalmente aceptada: utilizar los medios de comunicación y desde allí ir instruyendo a ambas partes para su integración. Porque brillaban por su ausencia medios específicos para tantas nacionalidades diferentes, y la eterna pregunta era qué tipo de contenidos podrían ser atractivos para este público objetivo. Es por estas razones que preferíamos el contacto físico, la acción directa, eventos, para que las marcas/empresas pudieran extraer sus propias conclusiones, y alcanzaran la misma respuesta que nosotros ya veíamos: que el residente internacional ya era un residente 100%. El conocimiento de la lengua y de nuestras costumbres, facilitaba su integración, pero faltaba por nuestra parte ser sensibles a sus diferencias culturales, y acercarnos más a ellos por la vía de la comunicación.
Otro gran obstáculo que se ha mantenido hasta ahora es cómo irlos a buscar y traerlos a nuestros negocios de manera directa, y no esperando la indirecta o la casualidad. Otra necesidad que Romero ha ido resolviendo, es la creación de actividades integradoras a través de dos pilares muy importantes para elevar puentes entre las diferentes culturas: el arte y la gastronomía. Ambas vías han facilitado sobremanera la relación y el entendimiento, para llegar a la consecuencia final, la confianza. Si queremos desnudar el alma de las personas, sin importarnos su nacionalidad, arte y gastronomía lo consiguen, además con los mejores resultados posibles.
Y aún así, esa opción relacional como vía exclusiva, era muy cansada y limitada. Por consiguiente, teníamos que crear una senda que proyectara más lejos y más rápido. Y solamente se podía hacer de una manera: creando un propio diario digital, para proporcionarles información y conocimiento de lo que sucede a su alrededor y además filtrado por una empresa como Romero que se basa en principios humanos como la transparencia y la profesionalidad, y que es experta en la comunicación inteligente, es decir la que puede proporcionar información y confianza al mismo tiempo.
Y así nacía el Premium Networking Times nuestro soporte para cubrir esa demanda y para ayudar a nuestros partners nacionales a acercarse a los nuevos residentes. Y con esta comunicación directa, añadida a actividades sociales inteligentes y sensibles, conseguir el éxito de generar la confianza con ellos. Su poder adquisitivo envidiable y además de un nivel sociocultural elevado, hace que comprendan el valor de las cosas, y si además se lo recordamos a nivel mediático, todo resulta más fácil.
No obstante, no olvidemos que la fidelización no se consigue por un único triunfo, todo lo contrario. Eso solo es el inicio de una relación que se consolidará exclusivamente a través del esfuerzo y la constancia por los siglos de los siglos, amén.
Clarificador
muchas gracias Guillermo por ser tan conciso y rotundo con tu opinión. Totalmente de acuerdo