Seguimos la serie de post sobre temas cotidianos. Vender lo que sea y a quien sea, sigue estando vigente para personas que no profundizan en la evolución de nuestro país. Y se creen sus propios argumentos basados en nada simplemente son humo.
Hemos empezado ya la tercera década del siglo XXI, y en nuestro país sigue estando de moda vender humo. O lo que en Romero podemos definir como NADA. Tenemos acceso a la información como nunca antes, la verdad que es muy fácil documentarse sobre cualquier tema, sector o país. No obstante, seguimos siendo unos ignorantes en muchos de los temas que nos conciernen, pero que nosotros preferimos omitir como importantes en nuestro día a día.
Estudiar a la competencia a nivel digital, lo que se emite de ellos en los medios, sus propios medios, conocer a fondo lo que hace nuestro sector a nivel nacional y a nivel internacional… ¡¡uff cuantos deberes!! Eso acarrea mucho tiempo, que precisamente siempre nos autoconvencemos que no tenemos. Así que, somos carne de cañón para los vendedores de humo.
Sí, siempre nuestro país se ha caracterizado por aprovechar las oportunidades que otros han dejado abiertas a los espabilados (palabra que nunca me gustó, porque me recordaba a los listillos que se aprovechaban de los que pensaban y desarrollaban y ellos solo lo cogían porque pasaban por ahí), y el tema va para largo.
Pero, ¿qué es exactamente un vendedor de humo? En mi sector, en el de la consultoría estratégica empresarial y de negocios es el que trata de convencer a un cliente sólo con palabrería y con las tendencias que “parece” que el mercado marca. Es decir, apuntarse al carro sin basarlo en ejemplos ilustrativos y reales de la vida misma.
Mucha teoría, y muy poca práctica. Pero lo más sorprendente es que aún funciona. Y lo digo, porque me sigo encontrando muchos clientes (partners para nosotros), que debemos rehabilitar antes de que se convenzan de nuestras praxis basadas en el puro pragmatismo de la vida.
No es nuestra labor desenmascarar a los smoke sellers, ya es de por sí complicado detectarlos de buenas a primeras, aunque sí es cierto que su patrón habitual es criticar al que puede ofrecer servicios 360º que incluyen generación de negocio. Para ellos eso es casi un sacrilegio, porque no es su labor y, por tanto, no existe.
Servicio global: compromiso de obtención de resultados
Romero no pierde el tiempo criticando a quien sólo teoriza sobre lo que hay que hacer. Nosotros sabemos o creemos saber, lo que debemos hacer. Nuestra convicción viene exclusivamente de la experiencia. No puedo imaginar ofrecer servicios que no estén basados en nuestra experiencia para convencer a alguien de adquirirlos a ciegas.
La experiencia de Romero se basa en más de 10 años relacionándose con personas de diferentes países, que han creado diferentes patrones de conducta profesional para con los locales, que nos han permitido ser algo más presuntuosos que otros y crear un canal propio: el Premium Networking. En este “network” es clave anteponer a cualquier negocio los valores humanos por encima de cualquier otra prioridad. Y es ahí donde hemos detectado quien vende humo y quien es una auténtica fuente de energía (renovables por favor, en los tiempos que corren, las energías fósiles no tienen cabida en Romero), y eso aparta o acerca a las personas a nuestra comunidad.
Cómo vender más: una pregunta recurrente
Decir cosas no es lo mismo que hablar sin parar de cosas que se deben hacer para incrementar las ventas. Pero es que, si además de decir cosas, las implementamos con ejemplos prácticos del pasado y del presente/futuro inmediato, entonces te conviertes es un ente bastante raro. Muy apetecible por un lado (claro, ofreces soluciones: contactos, negocios, ideas, contenidos inteligentes para comunicar…) pero por otro lado eres una amenaza (presunta) para algunos departamentos de nuestros partners, y una auténtica amenaza para otros partners de nuestros clientes (empresas que gestionan las Redes Sociales, agencias de comunicación, agencias de marketing & eventos…). Y eso ¿por qué? Pues porque sigue siendo complicado decir lo que uno piensa en España, sobre todo cuando lo que sueles decir es una crítica constructiva que se ve como una clara ofensa al resto de participantes en el entorno de nuestro cliente. Pues eso es una rotunda mentira, solo criticamos para mejorar y aceptamos la crítica a Romero por supuesto.
Siempre en los negocios y la comunicación empresarial, el tiempo es muy preciado, por ello hay que ser recto, directo y transmitir desde el principio, lo que queremos comunicar y ofrecer al mercado. ¿Es que la competencia se va a esperar y va a ir lento no ofreciendo lo mejor que puedan ofrecer al mercado? Por favor, dejemos de ser tan lentos de reacción y actuemos como auténticos tiburones: con proactividad y rotundidad.
Para ello hay que utilizar todos los canales habidos y por haber: nuestro propio canal de noticias /blog explicando lo qué hacemos, lo qué ofrecemos, lo qué conseguimos, lo qué acordemos… siempre debemos ofrecer al mercado información de que somos una empresa viva, proactiva y que se quiere comer el mundo, por convicciones y por supervivencia.
Los canales de networking humano, básicos hoy en día para desarrollar más negocio y mucho menor impacto económico en las cuentas de la empresa. La exportación, por ejemplo, ya no vale tener un responsable de exportación o ir a ferias internacionales. Hoy los contactos personales facilitan nuevas maneras de entrada en algunos mercados, con resultados iguales o mejores que usando las antiguas prácticas.
Tiempo: el razonable, pero hay que ser paciente
La receta ya la hemos explicado, es transparente, es simple y se basa en la honestidad, transparencia, profesionalidad y en la compartición (nuestros 4 conceptos Romero). Pero en muchas ocasiones los clientes (nuestros partners), tienen la tentación de ir más rápido de lo que se debería para obtener lo que quieren en menos tiempo. Error. El tiempo es muy relativo para cada cliente y se basa en su mayoría de situaciones, en el grado de autoconocimiento que tiene cada empresa. Es decir, el valor de la empresa que creemos que tiene se asemeje lo más posible al valor que el mercado le da.
Salvo empresas consolidadas y muy grandes, el resto, tienen un margen de crecimiento muy grande, y se lo decimos. Y que hay que crear unos sólidos cimientos de qué somos para que el mercado (global, no solo el nacional) lo perciba poco a poco y nuestro valor de empresa y marca crezcan.
Para conseguirlo, siempre les aconsejamos paciencia y mucha constancia, solo así, se puede crecer realmente y consolidar clientes y mercados. Romero cumple 5 años este 2020, y aunque nos hemos hecho un espacio donde queríamos estar, nos falta muchísimo para estar donde queremos y nos merecemos. ¡¡Así que a seguir trabajando duro!!