A pesar de tener el acceso ilimitado a la información por internet, hay que tener cuidado con la veracidad de la misma.
Si estamos en el mundo, no podemos sustraernos a lo que se ha dado en llamar ‘fake news’. Los rumores, los bulos, las mentiras bien contadas, tienen un espacio cada vez más importante en nuestra vida. Si los medios de comunicación tradicionales se cuidaban muy mucho de contrastar, investigar, documentar, las noticias que se publicaban o se transmitían en cualquiera de sus formatos, hoy en día, el mundo va demasiado deprisa para eso.
Lo de la velocidad del tiempo es una manera de decirlo, claro, no es una excusa válida. La profusión de noticias en las redes sociales, la capacidad para leer al momento lo que está pasando, al minuto, al instante, verlo, comentarlo, compartirlo, ha hecho que no tengamos tiempo para consumir las noticias como antes. A mayor volumen de información, no nos paramos a pensar si lo que leemos es verdad o si hay alguna estrategia comunicativa, algún interés detrás de lo que se nos está diciendo.
Así, hoy en día tenemos campañas electorales basadas en hechos absolutamente falsos, pero que son creídos y compartidos por millones de personas que basan su percepción de la realidad en el conocimiento acelerado, rápido, en el fast food, de la información en lo que muchas veces se han convertido las redes sociales.
Hemos comentado desde Romero las excelencias y las propiedades importantísimas que tiene la comunicación en redes, el social media, en los negocios de quienes quieren llegar a un alto volumen de potenciales clientes. Lo útil y necesario de contar con estas herramientas para el progreso de nuestros negocios, para potenciar el valor de nuestra marca.
Y sin embargo, existe un reverso tenebroso, un espacio en el que han crecido las propuestas que no apuestan por construir sino por difundir informaciones que no son veraces, que inventan y dan por buena situaciones que, una vez contrastadas, ya han quedado en la mente de la población y que son muy difíciles de contrarrestar.
El mundo es demasiado bonito como para dejarnos llevar por pulsiones primarias creadas y organizadas por creadores de odio. Por eso, desde Romero Premium Networking apostamos ciertamente por el social media, pero le damos mucha importancia al factor humano, a las relaciones cercanas, al valor de una conversación y de la proximidad como manera de corroborar certezas y deshacer malentendidos.
Una manera de hacer que se basa en la sinceridad y la franqueza. En el trato cercano. En los valores. Y en crecer a partir de la verdad.
