La demanda sobretodo internacional dispuesta a pagar entre un 30% y un 50% más por esos pisos en Madrid y Barcelona
En todos los sectores hay ciclos. Y tengo que decir yo no he podido disfrutar de otras épocas donde precisamente lo que más se valoraba era el piso principal, el que estaba entre el entresuelo y el primer piso, es decir, no con grandes vistas. Eso sí, tenía la arquitectura más bonita y en la fachada su presencia sigue siendo la más bonita y señorial.
Ahora en cambio, las tornas han cambiado y las influencias internacionales nos han traído el gusto por las alturas, y por la exclusividad que nos aporta el piso más alto, al ático.
Este tipo de vivienda, que corona los edificios y cuyo tesoro son sus terrazas, que van de 30 a 300 metros cuadrados, es la más demandada en el mercado inmobiliario de las ciudades de Barcelona y Madrid. Que además de ser la joya de la corona, es el que resiste mejor las épocas de crisis inmobiliarias. No suele bajar más de un 15% en esas épocas (cuando la media es más de un 35/40%), y crece un 30-40% más en las épocas de vacas gordas.
¿Y por qué esta demanda por los áticos? Pues porque se quiere pagar por la privacidad, tener las mejores vistas, evitar el ruido del tráfico y claro también el de los vecinos, disfrutar de las terrazas propias y el aire libre en pleno centro de la ciudad y, además, claro está, del estatus que te da ser el propietario de un ático.
La demanda es tan grande que apenas hay oferta en las dos ciudades más importantes españolas. Madrid los tiene más caros, el metro cuadrado se aúpa a más 12.500€, por delante de Barcelona que está por encima de los 10.000€. y en muchas ocasiones su oferta no llega ni al mercado porque las agencias inmobiliarias tiene listas de espera con características muy concretas: ático, con gran terraza y en barrio exclusivo.
Por ello, el secretismo se mantiene en cuanto aparece un “pata negra” entre los pisos: el ático exclusivo.
Cada día nuestras ciudades más representativas se están convirtiendo en el oasis para millonarios extranjeros que fijan una de sus residencias en España, buscan la máxima exclusividad y también seguridad, y el último piso les concede ambos deseos.
Ambas ciudades tienen ofertas por encima de los 12 millones, aunque son la punta del iceberg.
Barcelona tira más para rusos, chinos, norteamericanos, europeos y latinoamericanos por este orden, mientras que Madrid los latinoamericanos son los primeros seguidos de los europeos, chinos y norteamericanos.
El nacional no renuncia a este tipo de inmuebles, y también se ha apuntado a la tendencia, aunque éste prefiere más la inversión en otras propiedades en la costa o bien en la montaña… o¡¡ en ambas!!
Y generalmente el perfil es de familias de mediana edad con hijos en edad de estudiar. Aunque también crece el “millennial” con alta capacidad económica y sin hijos que busca el placer del urbanita sin renunciar a grandes espacios interiores y de una terraza para compartir con los amigos.