ENTREVISTA
“Barcelona destaca por su dinamismo. Es la ciudad del todo en uno.”
Entrevista con NINA KHALATYAN, abogada y empresaria.
Nos conocimos hace bien bien cuatro años en una recepción en el Círculo del Liceu de Barcelona. Su cercanía y su profesionalidad no me dejó indiferente. Y desde entonces, nuestra relación personal fue a más, poco a poco, como hacemos las cosas en Romero, pero sin pausa.
Licenciada en derecho por la universidad de Barcelona, es una apasionada de las leyes y su especialidad preferida es el Derecho Penal. En la actualidad ejerce en el bufete Soler-Padró, uno de los más distinguidos y reconocidos de la ciudad de Barcelona.
I.R. Viniste a Barcelona al inicio de tu adolescencia, 14 años, qué recuerdas de esos primeros momentos en un país tan diferente de Armenia.
N.K. Para mí fue un cambio tremendo, ya que tenía 13 años y estaba inmersa en mis exámenes de lengua alemana e inglesa. Mi educación primaria en Armenia fue bilingüe, y ello sin mencionarte que mi familia es ruso parlante y ya de pequeña me encontré con dificultades de entenderme con el armenio al aprender primero el ruso. Cuando mi familia, ante las dificultades en el ámbito político y económico en el país, decidió trasladarse a España, a Barcelona, al principio no lo entendí. Sin embargo ya había presenciado algunos episodios de violencia e injusticia en las calles de mi ciudad natal, Yerevan, y encontré en mi madre la fuerza para aprender dos nuevas lenguas, el castellano y el catalán, y absorber los valores de bondad y compañerismo que me rodeaban en los primeros años en España. Por tanto, volviendo a tu pregunta, recuerdo a mi madre y recuerdo a los educadores que en aquél momento me hicieron de guía para desenvolverme en una cultura diferente pero llena de bondad.
“Desde que estoy en el mundo del Derecho siento que es una profesión absolutamente vocacional.”
I.R. ¿Por qué estudiaste Derecho? ¿Y qué objetivos te marcabas después de finalizar la universidad?
N.K. Lo cierto es que toda mi familia proyectaba mi carrera de arquitecta, como fue mi abuela Nina Gaydar. Pero yo finalmente me decanté por el Derecho. No fue si quiera una decisión. Fue algo natural. Ya de pequeña, por lo que me han contado, asumía un papel defensor y me veía involucrada en todas las peleas de niños que te puedes imaginar. Desde que estoy en el mundo del Derecho siento que es una profesión absolutamente vocacional. El Derecho te exige sentir aquello que defiendes, es decir, es preciso, para un buen ejercicio del Derecho, canalizar todas aquellas sensaciones y experiencias por las que el cliente pasa. Y ello, querido, supone un desgaste emocional importante y no todo el mundo está dispuesto a vivir con los “problemas de los demás”. También es cierto que no todo el mundo que está en el mundo del Derecho vive con ésta intensidad que intento describir. Abreviando, entre mis objetivos al finalizar la carrera, no estaba el sufrir con esto de los “problemas de los demás”, y ni siquiera sabía cómo se siente el jurista que asume la responsabilidad de resolver un problema de un tercero. Por ello, diría que un objetivo general era trabajar en el mundo del Derecho, encontrar un guía para entender el complejo derecho de defensa. Y por supuesto, ello comienza con la abogacía, pero para mí la abogacía no es la última estación. Objetivos, todos ellos, a día de hoy, logrados y sentidos.
“Para mí, el mundo de los negocios es la interacción entre personas creativas que tienen un claro afán de mejorar aquello que hacen.”
I.R. Pero Nina Khalatyan no es una abogada al uso, es decir, que te encantan los negocios y la emprendeduría, no solo ejercer la abogacía. ¿Eso es de origen familiar o bien siempre has tenido el gusanillo en el interior, en eso de hacer negocios?
N.K. Como me conoces de hace un par de años, ya sabes que soy inquieta por naturaleza. Creo que al tener a mi alcance culturas tan diferentes una de otra es una oportunidad. Y creo sinceramente que la creatividad es el único camino para una convivencia y bienestar general. En el mundo de los negocios, por supuesto podemos observar un primer objetivo de todos que es el ganar dinero, multiplicar los ingresos, pero también podemos encontrar personas que hacen lo suyo con pasión y perseverancia, y es en estas personas que me interesa invertir tiempo y trabajo. Para mí, el mundo de los negocios es la interacción entre personas creativas que tienen un claro afán de mejorar aquello que hacen. Y una vez más, ello tiene origen familiar, pues mi familia materna ha estado inmersa en el mundo del comercio en Armenia y los países del este. Creo que es por ello que a día de hoy cuando me encuentro con algún caso curioso en el mundo del Derecho me pregunto instintivamente cual sería el recorrido que tendría aquello en los negocios.
“Es un buen momento para el comercio con Armenia, pues todavía no hay una “sobrepoblación de empresas.”
I.R. Hablemos de Armenia. ¿Por qué nos recomendarías hacer negocios con tu país de origen? ¿Tiene tantas oportunidades como siempre me recomiendas?
N.K. Armenia es un país bello. La bondad, hospitalidad de los armenios es conocida en el mundo. Es un país que ha pasado por diversas dificultades pero está en constante crecimiento. Es un país en el que un empresario puede encontrar facilidades para establecerse y para consolidarse. Muchas empresas del sector textil y pieles lo tienen en el punto de mira. Es un buen momento para el comercio, pues todavía no hay una “sobrepoblación de empresas”. Además se tiene acceso al mercado ruso y otros países del este, y desde una perspectiva de la logística Armenia tiene muy buena ubicación.
I.R. Y te estás incluso planteando crear, de manera privada, una Cámara de Comercio Hispano-Armenia. ¿Con qué objetivos pretendes vehicular el desarrollo de esta entidad privada? ¿Y qué sectores son los que pueden impulsar la relación hispano-armenia?
N.K. La idea de constituir una Cámara de Comercio Hispano-Armenia, mejor dicho una delegación de la Cámara en Barcelona, tiene como principal objetivo generar la oportunidad de promover la inversión y comercio entre ambos países.
I.R. La relación con Romero como empresa cada día está siendo más cercana. ¿Qué percibes en Romero para confiar proyectos conjuntos?
N.K. Romero es Israel y todas las personas que están en el equipo. Es la cercanía, la atención, la perseverancia, en definitiva, la pasión que percibo en todas las ocasiones que tengo oportunidad de acompañaros.
I.R. Estamos en plena construcción del Romero High End Club, en el que esperamos que seas una miembro muy activa. ¿Piensas que nuestro club, basado exclusivamente en personas que comparten los valores humanos fundamentales, tiene la clave del éxito para desarrollar una mejor sociedad española?
N.K. Creo que sí. Creo que es la clave. Es la clave para desarrollar una mejor sociedad. Un club, un consejo, en definitiva, una comunidad que reúne a personas inquietas, de diferentes culturas, que ejercen sus profesiones con pasión, puede suponer la consolidación de relaciones fructíferas y a la vez la oportunidad de crear algo único, y a mayor velocidad.
I.R. Háblanos de tus proyectos 2020. ¿En qué te vas a centrar el próximo año a nivel profesional? ¿Tienes uno o varios proyectos profesionales en mente para desarrollar?
N.K. 2020 será un año curioso. Un año del que todos esperamos nuevas experiencias y mejores resultados, espero. Debo centrarme. Debo centrarme en el mundo del Derecho. Ya hace unos meses que vengo planteándome dar un paso más allá en la formación del Derecho, ingresar en la Escuela de Práctica Jurídica o bien la Carrera fiscal. Es algo que no he mencionado mucho, pero lo cierto es que la figura del Fiscal del Estado me emociona, y ratos pienso que es la figura ideal en el mundo del Derecho, al margen a la sombra del juez. Por otro lado, como ya me conoces, tengo varios proyectos, con mi madre en el mundo de la cosmética y cuidado de la piel. Y al margen de todo ello, me resulta imposible no involucrarme en relaciones de import-export que se generan entre los países del este y España. Así, con todo ello, solo espero que sea un año que me depare tiempo y fuerza suficientes para encarar y materializar todo lo que te vengo explicando.
“Barcelona destaca por su dinamismo.”
I.R. Siempre me has dicho que ves tu futuro inmediato unido a la ciudad de Barcelona. ¿Qué potencial le ves a la ciudad des de un punto de vista empresarial? ¿El Residente Internacional cada vez es más relevante entre tus clientes?
N.K. Barcelona destaca por su dinamismo. Es la ciudad de todo en uno. La mayor virtud de la ciudad es que a lo largo de las últimas décadas se ha logrado atraer a todo tipo de empresarios y profesionales, y ahora los nuevos empresarios o emprendedores que deciden poner pie en esta ciudad se ven acogidos por profesionales de sus mismos valores. Los residentes internacionales, y aquí me incluyo, encuentran en Barcelona la calidad de vida que buscan, rodeados de profesionales que comparten sus inquietudes y que les pueden ofrecer herramientas y facilidades para crecer.
I.R. ¿Qué puntos fuertes le ves a la ciudad y qué puntos deberíamos mejorar para seguir siendo una ciudad ideal para vivir y para trabajar?
N.K. Siguiendo con lo anterior, si bien Barcelona es una ciudad dinámica, al contrario de una filosofía de crecimiento y entendimiento, hace un par de años hemos entrado en una espiral de burocratización de todo tipo de procesos, y ello, en la práctica desgasta y cansa, pero tanto al residente nacional como internacional. Pienso que en todo tipo de procesos debe prevalecer el entendimiento, la mediación y, en definitiva, la valentía de saber ceder y velar por el crecimiento conjunto, eso es para mí Barcelona.
Nina Khalatyan es uno de los máximos exponentes en Romero que el residente internacional toma posiciones para el liderazgo en nuestra sociedad. Con 26 años, esta armenia residente desde hace más de 10 en Barcelona, ve su futuro atado a su ciudad de acogida, donde ve oportunidades enormes de negocio bidireccional con su país de origen. Tomemos ejemplo los nacidos aquí, que nuestra tierra es un lugar lleno de oportunidades.
